Hay que recordar que la intensa dinámica de desarrollo urbano en que estamos inmersos es consecuencia de cambios estructurales que está experimentando el país. De manera sucinta estos son:
1) La explosión demográfica que ha más que cuadruplicado su población de 25 millones en 1950 a 112 millones al 2015.
2) En ese lapso de tiempo el país ha cambiado su estructura económica pasando de una economía basada en actividades agropecuarias a una economía basada en los sectores económicos secundario y luego terciario que son netamente urbanas.
3) Estos cambios de modelo económico han inducido un proceso de urbanización, en el que en 1950 el 80% de la población habitaba en el campo y actualmente el 80% vive en las ciudades;
4) Y finalmente, como el país no ha crecido económicamente a una tasa equiparable a la demográfica, hay una desigualdad en la distribución del ingreso entre los habitantes.

Por consecuencia, estos factores han dado origen al intenso proceso de concentración demográfica y económica en las ciudades, propiciando una anarquía y segregación físico espacial, social, económica y degradación ambiental en su desarrollo. Bajo esa perspectiva se comprende mejor la importancia que tiene la investigación en tanto genera conocimientos y analiza la dinámica de transformación, los problemas urbanos, así como la importancia que tiene la incorporación de estudiantes en investigaciones para complementar y enriquecer su formación profesional.