Dos universos de jóvenes: Una experiencia de vinculación.
La atención educativa de alumnos y alumnas con discapacidad intelectual
El Centro de Tareas es una pequeña escuela privada, para niños y jóvenes con discapacidad intelectual. Cuenta con 10 alumnos, adolescentes entre los 14 y los 28 años de edad, que están cursando la secundaria y la preparatoria, hay algunos que están cursando la primaria. Tienen planes de estudio adaptados a sus capacidades; son planes normales, avalados por la SEP pero con adaptaciones curriculares.
“Las personas con discapacidad intelectual poseen algunas limitaciones para funcionar en su vida cotidiana. Les cuesta trabajo aprender a desarrollar capacidades sociales e intelectuales para desenvolverse en diferentes situaciones de la vida”. Esta se expresa principalmente en la relación con el entorno. Depende de la propia persona y de las dificultades y obstáculos que tiene alrededor. Si se propicia un ambiente más cómodo y accesible, las personas con discapacidad intelectual tendrán menos trabas”.
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Otra forma de aprender |
Aprender enseñando: el Centro de Tareas |
“Mis alumnos son del Tronco Divisional de Ciencias Biológicas y de la Salud; todas las carreras de biología: estomatólogos, médicos, biólogos, nutriólogos, agrónomos y cada uno de ellos ha hecho una actividad o un proyecto en el Centro de Tareas relacionado con su carrera.”— Marisa Arienti Villegas
La Dra. Marisa Arienti Villegas propició la vinculación entre el Centro de Tareas y la UAM-X mediante un convenio de colaboración que permite el intercambio de alumnos y profesores y producto del cual ha surgido una relación y un cambio de mentalidad entre los involucrados.
Son dos universos de jóvenes, mis alumnos de la Universidad, y los chicos del Centro de Tareas. Allí sucede un encuentro entre estos dos universos, que tienen sueños, metas y necesidades afectivas. El propósito ha sido vincularlos y que puedan realizar proyectos conjuntos. Por el momento el proyecto conjunto dura un día de visita que dura 6 horas de estar con ellos en la escuela trabajando, pero tiene un impacto significativo para ambos grupos. Realmente ambos grupos se quedan movidos en su quehacer, sobre todo los nuestros, los de la UAM-X quedan impactados, con interrogantes sobre cuál va a ser su labor cuando se vuelvan profesionistas.
Muchos de nuestros alumnos no habían considerado que los niños con discapacidad intelectual existieran, no los habían visto nunca. “Aun así sabemos que son parte de la sociedad y que nosotros como profesionistas somos en parte responsables de ellos y de su futuro, podemos participar para integrarlos a la vida”. Están encantados, felices, con un nuevo propósito en la vida. Siempre quieren regresar al Centro, fuera de los horarios de clase, incluso quieren seguir yendo los que ya no son mis alumnos, quieren regresar a trabajar con los niños porque eso los renueva como personas, les da valores, los invita a buscar metas, a buscar objetivos diferentes, a disfrutar la sencillez de la vida ayudando a estos niños con tantas necesidades de inserción a una comunidad, porque no están incluidos en ninguna.
A continuación algunos testimonios de los propios alumnos de las dos Instituciones:
“Me siento muy bien de poder convivir con los alumnos del Centro de Tareas. Además de enseñarles la actividad fundamental fue aprender de ellos, pues creo que tienen más cosas que enseñarnos que nosotros a ellos. Me han ayudado a cambiar mi forma de pensar y de actuar para ser cada día mejor persona”. Jorge Adalberto Godoy Rufino, UAM-X.
“Hola Amigos, me gustó mucho todo lo que hicimos, gracias por venir amigos, y que vuelvan pronto y siempre a esta escuela. Que los quiero mucho”. Mariana Patricia G.F. Centro de Tareas.
“Me siento en un ambiente lleno de paz, en donde todos son cariñosos y se toman el tiempo para mirarte a los ojos y tocar tu ser; tal vez suena cursi pero así lo sentí. Me gustó mucho pasar el tiempo con los chicos del Centro, me hizo recordar la importancia de la convivencia entre las personas que quiero, y yo. Después me he puesto a pensar en cómo es que ellos pueden estar ahí, aislados del resto del mundo. No veo la diferencia entre ellos y yo. Yo también tengo miedo de hablar en público, también me cuesta hacer amigos y entonces, soy igual a ellos pero no estoy con personas como ellos, que a mi parecer son mejores personas que el resto del mundo y que, los que los discriminan y los tratan mal, son los que tienen problemas. Cambió mi perspectiva del mundo”. Ana Margarita Contreras Alcántara. UAM-X.
“Me gustó mucho que vinieran con nosotros para distraernos, fue una gran experiencia convivir con ustedes. Me gusto las actividades que hicieron, me gustó ponerme disfraces, tomarme fotos. Gracias”. Jorge. Centro de Tareas.
“La experiencia ha sido como enseñanza una de las mejores de mi vida. Nuevamente reafirmo que no hay nada que nos separe a pesar de ser dos mundos “diferentes”. Aprendí que no importan nada las diferencias, todos somos seres humanos valiosos. Llegamos como desconocidos y terminamos como un pequeño gran grupo, cada alumno fue una nueva experiencia y no hay límites para una amistad”. Alejandro Daniel Muñiz Anguiano. UAM-X.
Cartas de alumnas y alumnos de la Escuela de Tareas y de la UAM-X